Batir la mantequilla y el azúcar hasta que su textura sea suave y cremosa.
2
Añadir uno a uno de los huevos incorporándolos a la mezcla.
3
En otro recipiente mezclar la harina con el polvo de hornear para luego añadirlo al batido.
4
Cuando la mezcla este homogénea se debe dividir en dos partes iguales. Añadir a una parte la vainilla y a la otra el chocolate previamente derretido con la cocoa en polvo, de esta forma tendremos una mezcla blanca y otra oscura.
5
Para alistar el molde se debe enharinar y colocar en la base papel parafinado. Agregar cucharadas intercaladas de mezcla blanca y oscura hasta acabar con las masas.
6
Con ayuda de un cuchillo de mesa se debe realizar movimientos en zig-zag de lado a lado suavemente para marmolear o vetear los dos colores.
7
Hornear durante 45 a 50 minutos a una temperatura de 170ºC .
8
Verter la crema en un bowl y la esencia de vainilla, batir hasta que tome una textura cremosa y espesa.
9
Mientras se bate añadir la cocoa en lluvia hasta que la crema forme picos firmes.
10
Reservar en frío.
11
Dejar tibiar las tortas para desmoldarlas con cuidado. Luego enfriarlas muy bien.
12
Al estar frías, colocar una de ellas en una bandeja o plato para presentación y cubrirla con una capa de crema con un 1 cm de grosor.
13
Colocar la segunda torta arriba de la anterior teniendo en cuenta que la parte plana debe quedar mirando hacia arriba.
14
Cubrir toda la torta con el resto de la crema y refrigerar.