Planeta Larga Vida
Hace más de 20 años en Alquería innovamos en el mercado colombiano con productos Larga Vida con el fin de proporcionar salud a las...
Leer más
¿Te has preguntado sobre el impacto del ser humano en la naturaleza? Pues bien, una manera de medirlo se da a través de la utilización de los recursos renovables y no renovables. Si todavía no sabes qué son exactamente, aquí te lo contamos.
Es clave conocer la diferencia entre los recursos renovables y no renovables. Tal como su nombre lo indica, se trata de componentes de nuestro medio natural que se pueden regenerar o, por el contrario, son finitos y pueden llegar a agotarse. Estos componentes forman parte de los recursos que generan vida en el planeta y su comportamiento está sujeto a los procesos naturales de la tierra o a la alteración por las acciones humanas. Es por esto por lo que los recursos naturales pueden verse afectados con el pasar del tiempo (Ecología Verde, 2019).
Hay un ejemplo muy claro de recursos renovables: el agua dulce. Esta se regenera constantemente gracias a su ciclo hídrico. Sin embargo, de la cantidad de agua que hay en la tierra, lo que corresponde a agua dulce es apenas el 2,5%, por lo cual, si no se regula su consumo y los usos en nuestros hábitos de vida humana, posiblemente se vuelva escasa. Esto sucede actualmente con el 40% de la población mundial (BBC, 2021).
Existen regiones en el mundo que atraviesan distintas sequías. Además, debido al aumento de la temperatura, producto del cambio climático, las lluvias son menos frecuentes. Entonces, es necesario el cuidado del agua para que este elemento siga siendo renovable.
Existen muchos recursos renovables que tienen múltiples usos:
El cuidado y buen uso de los recursos debe ser una política fundamental para las empresas. Un ejemplo de sostenibilidad es Alquería. Esta empresa está comprometida con cumplir metas que le permitan aportar a los Objetivos de Desarrollo Sostenible impulsados por las Naciones Unidas.
ELa utilidad de los no renovables también define nuestra vida. El petróleo es un ejemplo de un recurso no renovable, que podría agotarse en el mundo para mediados del siglo, según la Organización de Países Exportadores de Petróleo (El País, 2021). Pero sus derivados, como la gasolina, son unas de las fuentes primarias por excelencia para generar energía. La mayoría de los coches del mercado funcionan con esta clase de combustible conocidos como “combustibles fósiles”. Sin embargo, su constante y creciente uso para las actividades humanas ha dejado un impacto sobre el ambiente que se relaciona como la huella de carbono. Se trata de un valor que representa el volumen total de sustancias contaminantes generadas que van a la atmosfera. (Carbon Trust, 2008).
Los combustibles fósiles no tienen la capacidad de regenerarse por ciclos como lo hace el agua, porque vienen de procesos de transformación debajo de la tierra desde miles de años atrás. Por estos largos periodos de formación, es que el consumo de estos combustibles debe tener un manejo racional, ya que para obtenerlos es necesario intervenir ecosistemas para extraerlos.
Otro caso es el del bronce, recurso no renovable que también empleas a diario. Quizás no lo sabes, se trata de una aleación compuesta por cobre y estaño, dos metales que se extraen de la corteza terrestre y no se regeneran. Por eso, es fundamental no tirarlos y, en cambio, usarlos como materiales reciclables (Universidad de Palermo, 2020).
Uno de los principales beneficios del cobre es su versatilidad: es uno de los metales más empleados para el cableado de los distintos dispositivos de tu hogar. Del mismo modo, gran parte de la tecnología, como los smartphones, cuentan con elementos de cobre. Básicamente, porque es económico y sirve para hacer funcionar a los circuitos de los dispositivos (Master Logística, 2019). Por esta razón es tan usado en la industria.
Toda esta situación demuestra que es clave cuidar los recursos renovables y no renovables del planeta. Esto implica solucionar los problemas de escasez y de uso inadecuado, lo cual favorezca a mantener los ciclos naturales de la tierra sin contaminación. (Ecología Verde, 2019).
Entonces, es fundamental conocer, cuidar y usar apropiadamente los recursos renovables y no renovables. ¡Con tus acciones puedes ayudar en estos propósitos!