Reputación corporativa: buenas prácticas para lograrla | Alquería

Reputación corporativa: de las palabras a la acción

  • Impacto social

“Se necesitan 20 años para construir una reputación y cinco minutos para arruinarla. Si piensas en eso, actuarás de manera diferente”. Esta célebre frase de uno de los empresarios más influyentes del mundo, Warren Buffett, se refiere a la reputación corporativa.

 

Se trata de una preocupación de las empresas en todo el mundo, pues desarrollar una imagen positiva no es una tarea simple. Lo anterior tiene que ver con un mercado cada vez más competitivo, en el que los consumidores asumen una voz activa y las compañías deben demostrar con acciones concretas que hay algo más detrás de sus ganancias: un propósito.

 

Conoce la importancia de una buena reputación y cómo se puede construir y mantener en la empresa.

 

Importancia de la reputación corporativa en la industria

 

Hoy en día, las compañías deben entregar valor y demostrar que tienen algo más que ofrecer. Esto se debe a que los consumidores se han convertido en prosumers, individuos que consumen y producen beneficios. Estos son consumidores que participan en el proceso de diseño de los servicios o productos que desarrolla una organización. Son activos y analizan a detalle lo que compran y en lo que creen.

 

De allí, la importancia de la reputación corporativa, pues constituye un valor añadido que atrae y fideliza clientes. Cuando una empresa tiene una buena reputación, los consumidores están dispuestos a recomendar sus productos o servicios. Esto permite un mejor posicionamiento en la mente del consumidor.

 

Como consecuencia, establece una ventaja estratégica, aumenta sus ventas y la empresa empieza a destacarse sobre la competencia. De este modo, consigue distinguirse, incrementa la confianza del consumidor y aumenta su rentabilidad. Esto juega un papel fundamental en el empoderamiento empresarial.

 

Buenas prácticas para construir y mantener la reputación corporativa

 

Una buena reputación crea valor a la industria y a su entorno, y para construirla y mantenerla es necesario un esfuerzo conjunto de diversas áreas de la empresa. Estas requieren de buenas prácticas para lograr un factor diferencial del éxito empresarial. Entre ellas destacan:

 

1. Una cultura empresarial sólida

 

Una cultura empresarial sólida ayuda a incrementar la reputación corporativa. Esta se vincula a la actitud, la conducta y la felicidad en el trabajo de las personas que integran la organización. Por tanto, la empresa debe educar en ética, cultivar la transparencia y supervisar las actuaciones de quienes la conforman. Para eso, debe atender aspectos como la sostenibilidad, la diversidad y la responsabilidad social como atributos diferenciadores que otorgan valor a los grupos de interés.

 

2. La calidad: clave para una buena reputación corporativa

 

Una de las claves más importantes de la reputación de una empresa es la calidad de los productos o servicios que ofrece. Esta debe asegurar que los productos y servicios sean confiables, eficientes y cumplan con las expectativas de los clientes. De esta manera, aporta confianza y credibilidad en los consumidores, clave para crear un impacto positivo y mantener una buena imagen de marca.

 

3. Los factores ambientales, sociales y de gobernanza (ASG)

 

Integrar factores ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) es indispensable para crear y mantener una buena reputación corporativa. Esta se trata del compromiso de la industria para actuar responsablemente con la sociedad y el medio ambiente.

 

Implementar prácticas como proyectos sociales, reducción de residuos, tecnologías renovables y apoyo a comunidades locales demuestra el compromiso de la empresa de apoyar causas sociales y ambientales. La idea es trabajar por la sociedad y generar valor a largo plazo en lo que la empresa puede intervenir.

 

4. Las relaciones con stakeholders favorecen la reputación corporativa

 

Fomentar una relación recíproca y beneficiosa entre la empresa y sus grupos de interés favorece la reputación. Son relaciones que la empresa crea y mantiene con los inversores, clientes, proveedores, colaboradores, comunidades, entre otros. El compromiso con los stakeholders es indispensable para mejorar la percepción que tienen de la organización. De hecho, ayuda a influir sobre la consecución de sus objetivos.

 

5. La innovación empresarial continua

 

La innovación empresarial es un componente de la reputación corporativa. Una marca que cuenta con capacidad para innovar y adaptarse a los cambios del mercado, obtiene un mayor valor por parte de los grupos de interés. Para eso, las empresas deben innovar y mejorar productos, ya sea creando nuevos productos u optimizando el desempeño de los ya existentes. El objetivo es cumplir con los estándares de calidad, mantener una mejora continua y ser siempre innovador.

 

5. Propósito como empresa B para crear su reputación corporativa

 

La filosofía de las empresas B busca probar que pueden solucionar problemáticas socioambientales a través de su negocio. Para esto, las empresas deben comprometerse con un sistema económico que beneficie tanto a la sociedad, como al planeta. Es una visión empresarial, en la que se crean y comercializan productos y servicios con buenas prácticas sociales y ambientales y que generan rentabilidad económica. La finalidad es asegurarse de ser los mejores para el entorno, esta es la clave para construir una reputación corporativa sólida.

 

Alquería es la primera compañía del sector lácteo en certificarse como Empresa B en Colombia. Se trata de una empresa con un propósito superior: “Nutrir el futuro de Colombia, transformando sueños en realidades”. Además, trabaja por generar un impacto positivo en el planeta y aporta a la construcción de un país con mejor calidad de vida.

 

Con esto, construye su reputación corporativa con relación a la sostenibilidad. Es respetuosa con el ambiente y fiel al compromiso de llevar bienestar a toda la comunidad. Su propósito como compañía es ofrecer un mejor país y lograr un desarrollo equilibrado, con un campo y un mercado local más productivo.

 

Además, contribuye con educación pública de calidad a través del trabajo de la Fundación Alquería Cavelier. Mantiene su reputación poniendo en marcha proyectos sociales y ambientales que trabajan con productores, ganaderos y recicladores de oficio. Esto lo hace junto a otros actores del sector privado. Entre ellos, ONG, gobiernos y la sociedad civil para construir un mejor país para todos.

 

En resumen, la reputación corporativa es un activo invaluable para las empresas. Esta construye credibilidad y confianza en los clientes, inversores, colaboradores y en la comunidad. Si la empresa cuenta con un propósito que puede mantener en el tiempo, podrá sostener relaciones sólidas con la comunidad.

 

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