Escurre muy bien los garbanzos y ponlos en un procesador hasta hacer puré.
2
Aparte en un sartén, calienta la mitad del aceite y cocina el ajo y cebolla finamente picados hasta que estén suaves. Retira y enfría.
3
Coloca el garbanzo procesado en un recipiente amplio, añade la mezcla de cebolla y ajo, comino, huevo, harina de avena, sal y pimienta, y mezcla muy bien.
4
Lleva a la nevera por 1 o 2 horas para que tome un poco de consistencia, forma las albóndigas y lleva nuevamente a la nevera.
5
Para servir: calienta un sartén con el resto del aceite, sella las albóndigas y agrega la Crema de Leche Alquería y la salsa napolitana, sal y pimienta. Sirve caliente.