Probablemente has escuchado el término superalimentos, pues está muy de moda. Pero, ¿sabes cuáles son y cómo incluirlos en tu dieta? Si respondiste no, en este artículo te contamos cómo.
Superalimentos, ¿qué son?
Estos alimentos han sido una construcción de este siglo para designar a aquellos que aportan beneficios a la salud. Por tal razón, la ciencia continúa en estudio de su concepto y aportes.
No obstante, es posible definir a estos alimentos como aquellos que “tienen una densidad nutricional muy alta. Esto significa que aportan una cantidad sustancial de nutrientes y muy pocas calorías” (Ware, 2019).
Así entonces, se trata de alimentos con antioxidantes, minerales y vitaminas.
Beneficios de los superalimentos
Si bien los superalimentos brindan grandes aportes, es importante que tengas en cuenta que no actúan por sí solos. Por tal razón, es fundamental complementarlos con una dieta saludable y equilibrada.
Las frutas y verduras son fundamentales en esos alimentos. De ese modo, los beneficios que puedes encontrar son (Brooks, 2020):
Los aguacates ofrecen grasas que son saludables para el corazón.
Las bayas como las fresas y arándanos pueden contribuir a mantener el cerebro sano y ayudar a prevenir el Alzheimer.
El brócoli podría contribuir a tener menor riesgo de algunos tipos de cáncer y otras enfermedades.
Los mariscos y el pescado brindan omega 3, que son ácidos grasos que fomentan la buena salud del corazón.
El ajo y la cebolla pueden ayudar en gran medida a tener niveles saludables de presión arterial.
Los superalimentos más populares
La lista es un tanto amplia. Entre los que más sobresalen están (McManus, 2020):
Arándanos, fresas, frambuesas o cualquier tipo de bayas.
Verduras de hoja verde como la lechuga, espinaca o acelgas.
Frutas cítricas
Chocolate amargo
Pescado
Nueces
Aceite de oliva
Cereales integrales
Legumbres como fríjoles, garbanzos o soya
El yogurt y la leche, entre otros.
¿Por qué la leche es un superalimento?
La leche se destaca porque su tipo de proteína tiene un alto valor biológico.. También, porque puede contribuir a mantener músculos, huesos y dientes sanos. Esto, gracias a su aporte de calcio (Menón, 2021).
De igual forma, aporta vitaminas como la vitamina D, K, y minerales como el fósforo y magnesio. Además, el consumo de leche contribuye a prevenir la osteoporosis.
Asimismo, es una fuente de minerales, lo que puede ayudar a reducir los riesgos de desarrollar enfermedades del corazón y vasos sanguíneos. Igualmente, favorece la pérdida de peso, ya que brinda una saciedad más prolongada (Menón, 2021).
Incluirla como parte de tu dieta favorece los procesos que tienen lugar en los tipos de metabolismo. Pero, ¿cómo hacerlo?
Incluye la leche en tu alimentación diaria
La leche es uno de los alimentos funcionales más destacados. Incluirla en tu alimentación no es tarea difícil.
Por un lado, esta es un infaltable en el desayuno. De hecho, se caracteriza por ser de los ingredientes principales para preparar el chocolate o el café con leche. Puedes elegir entre la original y la de fácil digestión.
Si quieres variar un poco, puedes preparar una deliciosa changua; un plato muy típico de nuestro país.
Y, por otro lado, puedes disfrutar de la leche o derivados lácteos con cereal y frutas. También tienes otras opciones que puedes incluir como, la leche saborizada, el actigest, los yogures, la avena, las cremas, esparcibles y hasta la Chantilly.
Ahora que sabes qué son los superalimentos, dónde se encuentran, su gran aporte en absorción de nutrientes y que la leche es uno de ellos, sácales el máximo provecho e inclúyelos en tus comidas.