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Descubre cuál es el panorama de la industria láctea colombiana, incluyendo las innovaciones destacadas en este sector y sus retos.
La industria láctea en Colombia es una actividad muy representativa para el mercado interno. Esto se debe a que presenta grandes oportunidades de negocio, debido a las características geográficas y climáticas.
Según el Ministerio de Agricultura (2022), en Colombia se producen 7.500 millones de litros de leche de vaca al año. Esto representa un 12% del PIB agropecuario. Además, el consumo de leche ronda un aproximado de 156 litros por persona al año.
Por décadas, los productos lácteos han sido muy importantes en la dieta de los colombianos. Muchos postres típicos son preparados a base de leche, por ejemplo, arequipe, cuajada, arroz con leche, natillas, entre otros.
Este sector es una de las piezas claves en la economía agropecuaria. En la industria láctea intervienen más de 700.000 trabajadores estables encargados de las distintas etapas de producción. Esto representa un 16% del total del empleo del ámbito agropecuario (Minagricultura, 2022). Por ello, es fundamental resaltar su rol socioeconómico. La leche no es solo un producto de primera necesidad, sino que representa una oportunidad laboral para el campesinado del país.
Un factor diferenciador para impulsar el crecimiento de la industria se basa en la calidad de la leche. Esto le ha autorizado posicionarse y alcanzar participación dinámica en el mercado internacional a raíz de la exportación de productos derivados como los quesos colombianos.
Lograr brindar un producto de calidad requiere estar al día en las innovaciones tecnológicas. De este modo, se gestiona eficientemente el proceso de la leche. Por ello, conviene ver algunas innovaciones presentes en este sector productivo. Tales como:
Un importante desafío que deberán asumir los productores de alimentos lácteos consiste en disminuir el aumento constante de los costos de producción. Deben trabajar para ser más eficientes a nivel productivo y, en consecuencia, disminuir los efectos en el precio.
Para ello, por ejemplo, se pueden implementar medidas agrícolas para disminuir la aplicación de fertilizantes químicos. En este sentido, el uso de fertilizante animal y cultivos fijadores de nitrógeno podrían incrementar los márgenes de utilidades.
A nivel general, la productividad debe abordarse con una visión estratégica, puesto que es directamente proporcional a la rentabilidad. Por lo tanto, el reto es producir más en terrenos más reducidos. El objetivo es poder mejorar la respuesta de los productores del sector lácteo.
Sin duda, una de las claves para garantizar la seguridad alimentaria y promover el desarrollo económico y social del campo es dinamizar la industria láctea.
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