Cuidado del corazón: 5 acciones para mejorar tu salud cardiovascular

El cuidado del corazón es una tarea diaria. Pequeñas y sencillas acciones cotidianas son suficientes para proteger nuestra salud.

¿Por qué esto es importante? Porque en América, dos millones de personas murieron a causa de las enfermedades cardiovasculares en el año 2019. En concreto, los derrames cerebrales y los infartos fueron los principales responsables de esta situación (OPS, 2021).

Mientras que, en Colombia, las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte. Según el Ministerio de Salud (2021) del país, 4 de cada 10 colombianos adultos tiene hipertensión arterial y 12 de cada 100 han sufrido un derrame cerebral.

No obstante, sí podemos hacer algo por el cuidado del corazón. Además, las principales medidas serán las que reduzcan nuestros factores de riesgo.

Factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares

Es necesario conocer, primero, qué nos puede hacer más propensos a tener problemas cardíacos. Algunos de los principales factores de riesgo que contribuyen al desarrollo de enfermedades cardiovasculares son (Mayo Clinic, 2022):

• Tener los valores de tensión arterial elevados.
• Ser obeso o tener sobrepeso.
• Fumar y consumir alcohol en exceso.
• Registrar colesterol alto en la sangre.
• Vivir con mucho estrés.

Estos factores interactúan entre sí y aumentan las posibilidades de padecer una enfermedad cardiovascular. Así que el cuidado del corazón tendrá que centrarse en contrarrestarlos.

Acciones para el cuidado del corazón

Existen diversas acciones que podemos implementar para cuidar nuestro corazón y reducir los riesgos de una enfermedad cardiovascular. A continuación, algunas recomendaciones clave (OASH, 2022):

1. Adopta un estilo de vida activo

Realizar ejercicio físico regularmente ayuda a fortalecer el corazón y mejorar la circulación sanguínea. Practica alguna de las siguientes actividades:

• Caminar.
• Correr.
• Nadar.

2. Controla la presión arterial y el colesterol para el cuidado del corazón

Realiza chequeos periódicamente para monitorear tu presión arterial y los niveles de colesterol. En caso de detectar valores elevados, sigue las recomendaciones médicas para mantenerlos bajo control.

3. Deja de fumar

El tabaquismo es uno de los principales factores de riesgo para las enfermedades cardiovasculares. Busca ayuda profesional si no lo puedes abandonar. Hoy disponemos de muchas alternativas para contribuir al cese exitoso del tabaquismo.

4. Gestiona tu estrés

Aplica técnicas que te permitan tener momentos de relajación. La reducción de la ansiedad es fundamental para el corazón.

A cada persona le sienta mejor una forma diferente de gestión del estrés. Prueba con yoga, meditación, ejercicios de respiración y mindfulness. Luego, elige la alternativa que mejor te resulte.

5. Lleva una alimentación equilibrada para el cuidado del corazón

Mantener una dieta equilibrada es fundamental para la salud cardiovascular. Prioriza los alimentos con antioxidantes, como las frutas, las verduras, los granos enteros, el pescado, las nueces y las legumbres.

Además, reduce el consumo de alimentos ultraprocesados. Estos suelen tener unos tipos de grasas que contribuyen a la obstrucción de las arterias y a la elevación del colesterol.

Asimismo, es necesario que reduzcas la sal presente en tus comidas y la que añades al cocinar. El sodio de la sal contribuye a aumentar los valores de presión arterial. Así que lo mejor es sustituirla por otros condimentos para saborizar.

Procura incluir alimentos nutritivos, como la leche, que además se considera parte de la categoría de los superalimentos. Los derivados lácteos, también, pueden ser una excelente fuente de nutrientes para el cuidado del corazón.

Los productos lácteos desnatados o semidesnatados reducen el aporte de grasas en la dieta. Por esto, son idóneos para quienes han presentado el colesterol elevado en algún análisis de laboratorio (Salas-Salvadó et al., 2018).

Adicionalmente, la leche es una fuente de calcio y vitamina D. El primero, en particular, es esencial para que el corazón pueda latir de manera adecuada. Este mineral juega un papel fundamental en el proceso de contracción y relajación del músculo cardiaco. La vitamina D, por su parte, nos ayudará a fortalecer el sistema inmune. Además, la leche también contiene potasio, a diferencia del sodio, este mineral ayuda a reducir la presión arterial (AHA, 2023).

No hay secretos a la hora de cuidar el corazón. Los hábitos de vida que priorizan la alimentación equilibrada, la actividad física regular y el control de los factores de riesgo hacen la diferencia. ¡Prioriza tu salud cardiovascular y cuida tu corazón para un futuro más saludable!