
¿Piensas en comer alimentos orgánicos? Estas son las 4 cosas que debes saber sobre ellos
Ahora bien, si queremos comenzar a cambiar nuestro estilo de vida y probar una alimentación orgánica, Alquería tiene para nosotros 4 cosas importantes y muy útiles que debemos saber al respecto:
¡Ojo! No todo es 100% orgánico:
Muchas veces creemos que si lo que compramos tiene un sello que dice ‘Orgánico’, el producto lo es. Pero debemos tener cuidado con este tipo de cosas, pues no todo es 100% orgánico y un ejemplo de esto pueden ser algunas mermeladas.
Si la fruta con la que se fabrica la mermelada es cultivada sin ningún tipo de pesticidas y es conservada sin aditivos químicos antes del momento de consumo, puede ser considerada como 100% orgánica.
Pero, si en el momento de la fabricación se le agregan conservantes que representen hasta un 10% del producto final, entonces no puede ser considerada como una mermelada orgánica.
Aprender a comer lo que la tierra da:
Es normal que, por los procesos industrializados a los que estamos acostumbrados, no pensemos en las temporadas de cosecha y creamos que todas las frutas y verduras se producen todo el año. Pero la realidad es otra y comer orgánico también significa entender que lo más amigable con el planeta es comer solo lo que está en temporada.
Es por eso que, si nos sumamos a este estilo de vida, debemos relajarnos y entender que tal vez haya algunas veces en las que, para cuidar el medio ambiente y salvarlo de procesos de agricultura poco amigables y anti-naturales, será mejor no comprar alimentos que no están en cosecha.

Comprar lo necesario:
El proceso orgánico propone un cultivo, recolección y almacenamiento de alimentos sin pesticidas ni químicos, por lo que el conteo regresivo para el vencimiento comienza justo después de ser recolectado. La oxidación del alimento orgánico se da de forma natural y parece ser más rápido que el de los alimentos industriales, pues no tiene químicos que retarden su oxidación.
La buena noticia es que al ser cultivados en zonas aledañas a los mercados locales, los productos llegan a nuestra mesa mucho más frescos y con un sabor natural indescriptible.

La perfección no hace parte de ellos:
En los supermercados estamos acostumbrados a ver todas las manzanas verdes del mismo tamaño, las naranjas redondas y perfectas de un color uniforme, y los tomates rojos sin ningún defecto. Pero en la producción orgánica, esto casi no sucede, pues las semillas crecen de forma natural y sus frutos pueden variar de tamaño, forma y color.
Así como no todos los seres humanos somos iguales, también la naturaleza produce alimentos de la misma especie pero con diferentes características.
Con estos datos y tips, solo nos queda lanzarnos y cambiar nuestro estilo de vida para incluir en él alimentos orgánicos y ver cómo poco a poco nuestro cuerpo nos lo agradece.